LAVADO DE MANOS



Cinco aspectos que todos debemos conocer sobre el lavado de manos
Lavarse las manos sólo con agua no es suficiente, es una práctica extendida en todo el mundo, pero es mucho menos efectivo que hacerlo utilizando jabón. Para lavarse las manos de manera adecuada se debe utilizar jabón, que favorece la frotación. El jabón además desprende un olor y una sensación agradable que incentiva su uso.
Diferentes estudios médicos han confirmado que lavarse las manos con jabón es un modo efectivo de evitar la transmisión de enfermedades incluso en asentamientos empobrecidos y con altos niveles de contaminación. Infecciones cutáneas o en los ojos, parásitos intestinales, diferentes tipos de gripe e incluso una mejora de la salud para personas con VIH/SIDA son posibles únicamente con un correcto lavado de manos.
Existen momentos críticos del día en los que es obligatorio lavarse las manos con jabón: después de usar el baño, al entrar en contacto con heces o antes de manipular alimentos. Las manos son las principales portadoras de gérmenes que causan enfermedades. Incluso en los países y territorios más pobres se están incorporando soluciones tecnológicas baratas para asegurar la higiene de toda la población.

Lavarse las manos supone la intervención de salud o higiene más eficaz y con mejor relación calidad-precio de cuantas imaginemos. Se calcula que invertir 3.35$ genera los mismos beneficios que invertir 200$ en abastecimiento de agua o que miles de dólares en inmunización.
Un último aspecto clave del Día Mundial del Lavado de Manos es convertir a los niños en “embajadores del lavado de manos” a nivel nacional en todos los países. Hacer partícipes a los niños de estas actividades puede suponer un auténtico actor de cambio para imponer de manera absoluta esta práctica a nivel mundial.

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