¡ QUIERO UNA MASCOTA !

Los animales son lo primero en la lista de regalo de los niños, y es que no hay familia en la que tarde o temprano se escuche: ¡Quiero una mascotaaaaaa!

Cuando los más pequeños empiezan a pedir insistentemente una mascota, en la mayoría de los casos los padres sólo se plantean las nuevas tareas que recaerán sobre ellos.

Es cierto que, aunque los pequeños puedan hacerse cargo de parte del cuidado de la mascota, la mayor responsabilidad recae sobre los adultos.

Pero ¿Qué ventajas puede aportar a los niños el incorporar una mascota a la familia?

• Crecimiento psicológico y emocional.
• Compromiso y responsabilidad.
• Unión familiar.
• Tratamiento contra el estrés.
• Fomentar la salud y la actividad física.

¿Cuál es la edad adecuada para introducir una mascota?

Antes de hacernos con un animal de compañía debemos tener en cuenta la edad del niño.

• Antes de los tres años los niños son incapaces de tomar decisiones y de diferenciar a la mascota de uno de sus juguetes.

• A partir de los cuatro años el niño ya podrá encargarse de algunas de las tareas (darle de comer, limpiar la casa...) Para estas edades se recomiendan mascotas que requieran poca atención, como pueden ser un pez, una tortuga o un hámster.

• A partir de los seis años el niños será capaz de aceptar responsabilidades más exigentes como pasear, bañar, jugar con ellos... Es esta etapa la ideal para introducir animales como perros o gatos.

De todos modos, existen algunos animales que no están recomendados para ser mascotas de los niños, y es mejor evitarlos.

La elección no debe ser fruto de un impulso, ya que  la convivencia con un animal de compañía será duradera puesto que la vida media de un perro es de 12 años y la de un gato de 15. Hay que valorar todos los aspectos que comportará incorporar un nuevo miembro a la familia. Esta toma de decisión debe involucrar a todas las personas que en un futuro convivirán con él. No podemos tomar la decisión únicamente porque nuestro hijo ponga en la carta a los Reyes Magos que quiere un 'perrito', hay que pensar de forma responsable en todos los aspectos, y tomar una decisión meditada y no por impulso.

Hay que tomar conciencia de las necesidades del animal y de las expectativas familiares. Hay que informarse sobre qué necesitará (cuidados, afecto, actividad...), y asumir las obligaciones que se van a tener que adquirir cuando el animal llegue a casa.

No podemos ni debemos abandonarles en circunstancia alguna, ni por ejemplo, cuando tenemos que ir de viaje de vacaciones y no tengamos con quién dejarlos. ¡Y siempre es mejor adoptar que comprar!