El juego siempre se ha considerado como un elemento importante para el desarrollo de distintas habilidades en el niño, aunque el tiempo exacto de juego nunca ha sido definido con precisión, sino que más bien ha fluctuado en un rango difuso. Los padres deber hacer el esfuerzo y tratar de que el niño dedique la mayor cantidad de tiempo posible a jugar.
Estamos acostumbrados a los niños agenda, que tienen un tiempo para todo menos para jugar. Deberían tener un rato al día dedicado exclusivamente para eso; el mayor tiempo posible. El juego equivale en el niño al trabajo del adulto: cuanto más juegue el niño, más habilidades va a aprender, que luego después va a seguir usando. Esas habilidades hay que practicarlas y hay algunas que solo se aprenden si el niño juega.
Las habilidades a las que hace referencia son tres funciones ejecutivas que enfocan su desarrollo en la primera infancia: la memoria de trabajo, la planificación y la capacidad de atención. Esas habilidades son fundamentales para los posteriores procesos de aprendizajes. Los niños hoy juegan menos y tienen problemas con la atención, y sobre todo están faltos de motivación. Mientras más juega el niño más desarrolla la capacidad de aprender cosas que no le resultan atractivas.
Las habilidades a las que hace referencia son tres funciones ejecutivas que enfocan su desarrollo en la primera infancia: la memoria de trabajo, la planificación y la capacidad de atención
Las habilidades a las que hace referencia son tres funciones ejecutivas que enfocan su desarrollo en la primera infancia: la memoria de trabajo, la planificación y la capacidad de atención
El juego libre es necesario para atender determinada cantidad de tiempo, y no solo los que tienen déficit de atención. Cualquier niño y adulto normal está preparado para mantenerse atento determinada cantidad de tiempo sin descanso.
La elección de los juguetes, del tiempo y el espacio de juego son decisiones que tienen gran impacto en la vida de nuestros hijos e hijas.
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