QUÉ OCURRE CUANDO EL NIÑO HOSPITALIZADO VUELVE A CASA




Regresar a casa proporciona al alumno un mayor contacto con su entorno. Una vez que se ha establecido el tratamiento a seguir, el niño puede volver a casa, y lo normal es que sea tratado mediante un tratamiento ambulatorio o que pueda requerir estancias hospitalarias cortas.
Esta fase se caracteriza por una cierta «normalización», el niño progresivamente retoma sus actividades habituales y aunque aún no pueda incorporarse a la escuela conviene que participe, siempre que sea posible, en aquellas actividades que potencien la relación con sus compañeros.


¿Qué información debo tener en esta fase?
  • Cambios físicos y de comportamiento en el niño (pérdida de pelo, pérdida o aumento de peso, imposibilidad para seguir la clase de gimnasia, etc.).
  • Limitaciones, si es que las hay, en las actividades físicas.
  • Necesidad de algún cuidado especial.
  • El docente debe comunicar a los padres exposiciones reales o sospechosas a enfermedades infecto-contagiosas.
¿Qué puedo hacer para favorecer el proceso educativo?

Es importante que el profesor cuente con información de la evolución educativa del alumno. Dicha información se puede solicitar a la familia, al profesor que le esté visitando en el domicilio, o al profesor del hospital.





¿Cómo preparar la reincorporación del niño?

Una vez que sepamos que el niño va a volver a la clase sería conveniente preparar su reincorporación. Para ello podéis desarrollar actividades dirigidas a las diferentes personas del colegio que van a tener relación con él (otros profesores, personal de comedor, cuidadores, etc.) y actividades apropiadas para realizar en la clase.

Si el niño tiene más de un profesor y todavía no están informados, es conveniente hacerlo.

Valorar la necesidad de comunicar la situación al resto de los profesores del centro para que no surjan problemas en los momentos de actividades de todo el colegio (recreos, salidad, eventos especiales, etc.)

Informar al grupo de compañeros de la incorporación y del estado en que se encuentra el niño enfermo, posibles cambios físicos, emocionales, anímicos, etc.

Anticipar las posibles burlas o bromas que pudieran producirse en relación a la enfermedad o al aspecto físico de su compañero.

Aportar al resto de los niós unas sencillas pautas de comportamiento hacia su compañero.

  • Ayudar, pero no compadecer.
  • Interesarse por su enfermedad, pero no interrogar.
  • Ser amable, pero no consentidores.
  • Preparar una pequeña bienvenida, siempre que entendáis que esta actividad pueda ser positiva para el niño enfermo.











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